21 julio 2009

Acerca de las "Memorias de un Obispo Sobreviviente" de Jorge Hourton.

Los días de descanso suelen ser a veces más productivos que el más ajetreado de una jornada laboral normal.
Digo esto porque es lo que me ocurrió el pasado fin de semana en que, aprovechando el descanso del día Jueves, logré después de muchos intentos, tener en mis manos el libro “Memorias de un obispo sobreviviente”, escrito por Monseñor Jorge Hourton, que entre otras muchas funciones en su vida, fue obispo auxiliar de Temuco y Rector de la Universidad Católica de nuestra ciudad.
Recorrer las páginas de sus memorias, es hacer un viaje inolvidable por gran parte de la historia del Chile del siglo XX y la realidad existente en el mundo a partir de la guerra fría, pasando por una síntesis de la historia de la Iglesia, escrita sin complejos, y entendida como una institución que, siendo de origen divino, está conducida por personas que, con sus virtudes y defectos, ha logrado sortear las más complejas y variadas vicisitudes de de su entorno.
De la lectura de sus más de 500 páginas, publicadas a sus 80 años de edad, no se puede sino dar gracias a don Jorge por dejar su testimonio para las generaciones futuras acerca de acontecimientos de nuestra vida religiosa, social y política que marcaron a las generaciones que los vivieron o debieron soportar. Resulta impresionante la capacidad de Monseñor Jorge Hourton para lograr durante toda su vida, llevar una trayectoria permanente de estudio, reflexión y espiritualidad, aferrada a un entorno siempre difícil y construyendo paso a paso la sabiduría que hoy nos muestra en sus memorias.
Curiosamente, este hombre sabio da gracias a Dios por haberle regalado la sobrevida que lleva después de su accidente vascular y que, en el reposo le ha permitido disfrutar de tiempo abundante para recordar sus peregrinaciones tras los pasos de San Pablo.
Toda persona que desee regalarse un bálsamo para el espíritu y conocer de su propio autor los avatares de uno de los personajes más importantes y controvertidos de la Iglesia Católica del Siglo XX, no puede sino recorrer las páginas de sus memorias y con ello enriquecerse con la experiencia, el conocimiento y la sabiduría que Monseñor Hourton comienza a acumular desde el inicio de un largo viaje como inmigrante, desde Francia, el 20 de enero de 1933, cuando apenas tenía 7 años de edad.
Su peregrinar por el mundo, sus reiterados viajes por Europa para estudiar, participar de retiros espirituales y conocer los lugares desde donde se fue construyendo siglo tras siglo la historia de la Iglesia, y por sobre todo su notable presencia en Chile en un momento de nuestra historia en que asume un importante rol en la defensa de los Derechos Humanos, lo hacen un personaje que todos tendríamos que conocer para lograr a partir de su testimonio y reconocimiento de la historia, construir el Chile con que de una u otra forma todos soñamos.
En el espíritu de Monseñor Hourton está, a mi juicio, la base de lo que puede ser nuestra sociedad del futuro: una que reconozca nuestro pasado, que enfrente los desafíos del presente y que se proyecte a partir de un sueño común con mucha fuerza hacia el futuro.
No me cansaré de repetir que todos tenemos el derecho inalienable de pensar y actuar conforme nuestras conciencias, y esas decisiones deben ser respetadas teniendo presente que nuestra libertad termina donde comienza la de los demás.
Somos capaces, y lo digo especialmente en un momento de confrontación electoral particularmente duro, de lograr que, en nuestras diferencias rescatemos lo que nos une como país y con esos puntos de encuentro construyamos un futuro para las generaciones de chilenos y chilenas que han quedado al margen del progreso.
Nadie es poseedor de la verdad absoluta, ni siquiera el Obispo Hourton en sus Memorias, pero todos poseemos algo de esa verdad que nos puede llevar a ser un país más solidario y generoso con los que sufren; más tolerante con quienes no piensan como nosotros, y con una mirada común sobre nuestro futuro.
Don Jorge Hourton ha hecho en sus Memorias un tremendo aporte al futuro de Chile.
Nosotros tenemos la oportunidad de, a partir de su testimonio, construir una Patria en que la principal de sus bellezas sea su geografía humana…su gente.

30 junio 2009

Reforma al Parlamento: una tarea urgente.


Los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, han propuesto una serie de medidas destinadas a iniciar lo que han llamado un “Plan de Modernización” de ambas Cámaras, cuyo objetivo es el establecimiento de determinados mecanismos de fiscalización y control externos, en los que no intervendrán los Diputados, con el objeto de evitar los bochornosos hechos conocidos por la opinión pública con motivo de la transmisión de un programa de TV, donde quedaba de manifiesta la falta de acuciosidad, de control y rigurosidad de parte de determinados diputados, en el manejo de los recursos que el Estado pone a su disposición a través del presupuesto del Congreso Nacional.

La iniciativa, desde mi punto de vista bien orientada, no resulta más que un pequeño barniz a la deteriorada imagen del Parlamento Chileno, que no sólo se expresa en la administración de los recursos que se le entregan, sino que tiene que ver con el proceso legislativo mismo, es decir, la forma cómo se aprueban las leyes.

Al respecto, es recurrente la justificación de la ausencia de los diputados en la sala de sesiones, dando a entender que el trabajo legislativo en realidad se realiza en el trabajo de Comisiones.

Al respecto, debo hacer a lo menos dos comentarios:

Primero: La exacerbación del análisis sólo en las Comisiones de la Cámara de Diputados, permite que ocurra que la mayoría de los Diputados, al momento de emitir su voto en la Sala, simplemente ignoran qué están votando y responden exclusivamente a las decisiones que adopten los Jefes de Comités (entiéndase jefes de bancada, es decir, jefes de los Diputados de cada Partido con representación Parlamentaria). Esta afirmación, que pudiera parecer temeraria, es fruto de mi experiencia personal, en el diálogo con diversos parlamentarios, que sin pudor reconocen que tal o cual ley la votó sin saber qué era lo que establecía, y

Segundo: Lo más dramático del método de legislar, es que, tampoco en las Comisiones de Trabajo, a las cuales en más de una oportunidad fui invitado para exponer acerca de determinados temas asociados a la gestión de los Municipios, tampoco la acuciosidad y el rigor técnico está presente: integrantes de las comisiones que entran y salen de la sala, sesiones cuyo inicio ( no así su término) se retrasan más de la cuenta, parlamentarios que hablan entre sí interrumpiendo a los demás, otros que usan indiscriminadamente su celular hasta la saciedad, incluso para llamar a sus señoras, en fin, un desorden que permite colegir con seriedad, que el método de legislar dispuesto por nuestro Parlamento, dista mucho de ser lo que los ciudadanos piensan.

Recuerdo que, en mi primer año de derecho, en una cátedra de “Introducción al Derecho”, un profesor nos decía con gran propiedad que había (a la fecha), a lo menos dos cosas que las personas no debíamos saber nunca cómo se hacían: la primera eran las cecinas…la segunda…las leyes.

Al parecer este profesor tenía razón… más aún, cuando las demandas por transparencia y los canales de información, son cada vez más abiertos a los ciudadanos quienes tienen derecho, y lo hacen exigible, a estar informados acerca de la forma cómo se realiza una labor tan importante como la de dictar las leyes que rigen nuestra convivencia social.

Esta falta de rigurosidad en el trabajo es, a mi juicio, un factor determinante en la distancia existente hoy entre los ciudadanos y la política y entre aquellos y las instituciones que los representan. Es importante reconstruir relaciones de credibilidad entre ciudadanos, políticos, partidos y Parlamento, de tal forma que, a partir de una nueva relación, se fortalezca nuestra democracia y sean atraídos al servicio público millares de jóvenes que hoy miran con recelo esta actividad y prefieren marginarse de los procesos que son insustituibles para nuestra convivencia.

El punto es que los principales actores deben hacer las cosas bien: los políticos, siendo ejemplo de coherencia entre el discurso público y su actuar privado; los Partidos tomando decisiones mirando de frente a los ciudadanos y el Parlamento, actuando con mayor transparencia, sentido común (que suele ser el menos común de los sentidos), y desarrollando sus proceso de creación de las leyes pensando en los intereses generales de la nación y no en los particulares de cada sector.

Precisamente porque estos procesos e instituciones son insustituibles en democracia, y teniendo presente el estado de deterioro de la credibilidad pública en ellos que me traen al recuerdo otra frase de otro profesor de mi escuela de derecho, que sostenía con tanta propiedad que “cuando fracasa la política…comienza la guerra” y de verdad creo que nadie razonable desea volver a vivir en nuestro país una experiencia como aquella cuyas heridas aún no somos capaces de cerrar.

23 junio 2009

WE TRIPANTU. Día sagrado mapuche. Su significado y celebración.



Su significado.

KA FEMNGECHI PEUMANGEN, WENGETUAI RAKIDUAM, NEWEN, KA KIÑEGÜN ITRIKOM PUCHE, KA ANTÜ ÑI MÜLERPUAM DOI KÜME MONGUEN. (“Cuando la noche haya llegado a su tope final, la naturaleza dará paso a un nuevo ciclo de vida en el mundo indígena, permitiendo renovar los sueños, esperanzas y compromisos hacia un futuro mejor para todos”.

El renuevo de la tierra, la luna de los brotes fríos, el regreso del sol… Diversos y poéticos son los nombres que señalan el Nuevo Año Indígena. La Madre Tierra comienza a brotar fertilizada por el Sol, desde las altitudes andinas hasta el extremo austral.

El Sol comienza a acercarse nuevamente a la tierra, después de la noche más larga del año: ha llegado el solsticio de invierno. Este ciclo, observado por los pueblos originarios, marca el nacimiento de un nuevo período, a la par que brotan las semillas, los animales cambian su pelaje y el hombre también se renueva.

Cómo se celebra el WETRIPANTU.

Las familias mapuches se reúnen alrededor de un fogón, o en “anümka”, canelo.

La familia se prepara con antelación para celebrar el WETRIPANTU, allí preparan los alimentos para que más tarde los abuelos se den a la tarea de contar leyendas provenientes de sus antepasados. Todos comen mültrun, kako, müjokiñ y beben mudai, jugo de trigo. Además se preparan para contar cuentos (epew). Otros prefieren escuchar a los mayores, a los sabios, los kimche, comenzando entonces el nütram , conversación en que se comparte la sabiduría del pueblo, donde los ancianos dan consejo a los niños, transmitiéndoles los valores de la cultura mapuche. Los pichikeche (niños) más inquietos juegan awarkuzé, y cantan esta melodía : “ MARI MARI PEÑI, MARI MARI LAMGIEN, LAMGIEN NANAI, ISLAI TRUTRUKA NANAI”.

Se prepara un ambiente de armonía cantando, bailando, comiendo y escuchando historias. La noche más larga del año, se hace corta. Es el momento en que “ wiño xekatui pun” la noche camina de regreso, y el sol avanza. Muchas de las familias se preparan para recibir la llegada del sol.

Hay un momento calmo en que la naturaleza está dormida….entre las cuatro y cinco de la mañana la naturaleza está tranquila.

Todos los seres vivos están cambiando su vestimenta, haciendo su limpieza. Las familias se preparan mencionando los valores del WE XIPANTU. A esa hora el agua está cristalina. La naturaleza al despertar se lleva todo lo viejo, las enfermedades, los malos pensamientos. Todo ello se lo lleva el agua. Luego se pone a los niños, en lo posible, ropa nueva o bien lavada y así se recibe al Sol con todos los seres vivientes. Se le recibe limpio y la vida se renueva.

22 junio 2009

La píldora del día después: un tema de catones.*



El país ha sido testigo de la discusión que se ha producido desde ya varios años, acerca de la distribución de la “píldora del día después”, en que diversos órganos del Estado (Tribunales de Justicia, Tribunal Constitucional) han dictado resoluciones acerca de la decisión del Gobierno de distribuir dicho fármaco en establecimientos públicos de salud y consultorios municipales para permitir el acceso a ella a personas que carecen de los medios económicos para adquirirla directamente en las cadenas farmacéuticas de nuestro país. Lo resuelto por estos órganos ha sido la prohibición de la distribución.

Es verdad que en un estado de derecho es indispensable que las resoluciones de los Tribunales sean respetadas, pero ello no obsta que tengamos al respecto una opinión distinta. En efecto, el argumento que pretendió dar mayor consistencia a los recursos judiciales y ante el Tribunal Constitucional a la petición de prohibir su distribución, es que se trata de un medicamento que tiene o “podría tener”efectos abortivos. Con dicho argumento (no acreditado científicamente aún), se logró que dicha prohibición se materializara, es decir, se prohibió la distribución por parte del Sistema Público de Salud. Se dio también abundante argumentación de carácter moral y ético para pedir dicha prohibición. Lo paradojal, es que quienes así lo solicitaron, sólo estimaron que debía prohibirse al Estado distribuir la píldora, no así a las cadenas de farmacias, que, por un buen precio, hoy la venden indiscriminadamente y en todo el país, por supuesto a quienes la pueden pagar.

Es en este escenario entonces que resultan de dudosa credibilidad tanto los fundamentos científicos de ser abortiva como los de carácter moral y ético que se invocan, si dichos criterios sólo son aplicables a las mujeres modestas que no tienen medios para comprar el medicamento, mientras las que disponen de ingresos suficientes pueden adquirirlo sin dificultad alguna en cualquier farmacia en Chile.

Estamos en presencia de un tipo de segregación que a los ojos de cualquier persona resulta irritante. Seguimos construyendo en nuestro país verdaderos guetos que dividen la sociedad chilena según sea la situación socioeconómica de cada uno. Al ya doloroso “tanto tienes, tanto vales”, se agrega ahora una nueva realidad avalada por catones de la moral que dan mayor o menor valor a sus “principios”, según sea el volumen de los ingresos que tengan las personas a quienes se quieren aplicar.

*Catón: censor severo.

16 junio 2009

Despedida de la Universidad Mayor de René Saffirio E.


Martes, 16 DE Junio de 2009.

Hace aproximadamente cinco años, recibí una inesperada invitación del Sr. Rector de nuestra Universidad, don Rubén Covarrubias, para incorporarme a esta casa de estudios superiores y dirigir, en calidad de Vicerrector Regional los destinos de esta Sede, la única que posee fuera de la Región Metropolitana.

Antes que ocurriera aquello, en reiteradas ocasiones manifesté mi intención de, al dejar el servicio público, incorporarme al mundo Universitario, y de esa forma desarrollar otras habilidades o competencias en un área desconocida para mí lo que, sin duda, me produjo no poca inquietud al tener que enfrentarme a un mundo tan distinto de aquel en que me había desenvuelto durante mi vida profesional.

Sin embargo, tanto por la generosidad de la invitación, cuanto por la naturaleza del desafío al que estaba siendo convocado, acepté el reto y me sumé con agrado a esta nueva tarea.

Lo hacía también por el imperativo personal de demostrarme a mí mismo, que era capaz de ser eficiente en un entorno de relaciones tan complejas como resulta ser la conducción de una casa Universitaria.

Aquí aprendí a fortalecer mi reconocimiento a la diversidad y la tolerancia como factores insustituibles de la convivencia humana…aquí quise, deliberadamente, guardar silencio para aprender a escuchar…nunca supe cuánto tiempo tendría para practicar el enriquecedor arte de escuchar...y a través de él…comprender a fondo y apreciar las diferentes realidades, culturas y particularidades que se aprecia en Facultades, Escuelas y Carreras de nuestra Universidad.

Así fue, como logramos cumplir objetivos que se veían distantes y difíciles de materializar: mejoramos sustancialmente nuestra infraestructura ; dimos un impulso insospechado a nuestro equipamiento en laboratorios y clínicas, incorporamos a la Universidad un nuevo Hospital, adquirimos infraestructura deportiva y ampliamos nuestra oferta académica hacia carreras del área de la salud: después de más de treinta años, nació la segunda Escuela de Medicina en la Región que, sumada a las restantes carreras que nuestra Universidad ofrece en dicho sector, nos permiten mantener en pie una oferta del más alto nivel académico y tecnológico, orientada a aquellos jóvenes que buscan desarrollarse en alguna de las profesiones que deben responder a una fuerte demanda existente por parte , especialmente, de quienes tienen menos posibilidades de acceder a una atención digna en salud.

Sin embargo, nuestros logros no sólo dicen relación con la forma como nuestra Sede creció y se desarrolló materialmente durante estos años. En efecto, junto a ello, construimos relaciones de colaboración recíproca con innumerables instituciones de carácter público y privado. Nos insertamos eficientemente en el Sur de Chile, y somos hoy la Universidad Privada que tiene derecho a exhibir con legítimo orgullo, sus logros institucionales, académicos y de certificación de calidad, que nos hace sentir que el esfuerzo ha valido, sin duda, la pena.

Hoy no es suficiente que seamos nosotros los que digamos que estamos haciendo bien las cosas. En los inicios del siglo 21, deben ser terceros, actores independientes y con total autonomía, los que certifiquen nuestros procesos y den fe que ello es efectivamente así.

Es por esto que asumimos el desafío de Acreditarnos Institucionalmente ante la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado y cuando lo logramos y pudimos percibir que dicha acreditación no daba cuenta de nuestra fortaleza institucional por haberse transformado en un proceso burocrático mas en el desarrollo del sistema universitario chileno, el Directorio de nuestra Universidad, y particularmente su Rector, tomaron la decisión de mirar más alto, anticiparse al futuro e iniciar un proceso de acreditación internacional ante una de las seis Agencias Acreditadoras de los Estados Unidos de Norteamérica que, en materia de certificación de calidad, exige los más altos estándares para ingresar a un selecto grupo de no más de 500 Universidades en el mundo.

Hoy, después de tres años de trabajo con dicha Agencia, se nos ha otorgado el Status de Candidatos a la Acreditación y hemos sido autorizados para desarrollar nuestro proceso de autoestudio que deberá llevarnos, sin duda alguna, a ser la Primera Universidad Latinoamericana Acreditada en los Estados Unidos. Ello redundará obviamente en un claro beneficio para nuestros alumnos, quienes podrán exhibir con orgullo sus títulos universitarios otorgados por una Institución respetada y respetable en Chile y fuera de él.

Estas funciones me han permitido establecer una estrecha relación con profesionales de alta competencia tanto en el orden académico como en los Servicios, con sus gestores, y sobre todo con sus profesores y alumnos. Es todo un privilegio que el ejercicio del cargo proporciona y estoy seguro que mi sucesor en el mismo también sabrá aprovechar y para quien pido toda la colaboración, afecto y comprensión con la que fui privilegiado por ustedes.

Agradezco entonces a todos quienes confiaron en que esta tarea era posible.

Agradezco en primer lugar, al Rector don Rubén Covarrubias y al Directorio de nuestra Universidad, representado en esta ceremonia por su Presidente Don Ricardo García: sin la confianza de ellos habría sido imposible avanzar de la forma como se ha hecho. Sin conocerme hicieron una apuesta a lo menos…arriesgada.

Doy gracias a mis pares Vicerrectores con quienes compartí innumerables jornadas que reflexión y análisis y de cuyos conocimientos me he nutrido durante todos estos años.

A Decanos, Directores de Escuela, Carreras y académicos, con quienes hemos trabajado conjuntamente, y sin cuyo compromiso hasta las más nobles intenciones se habrían visto frustradas. No siempre estuvimos de acuerdo…pero crecimos, precisamente, a partir de nuestras diferencias. Ello está en la esencia de “hacer Universidad”.

A los funcionarios administrativos, que con frecuencia debieron sortear innumerables obstáculos para cumplir las tareas encomendadas, mi agradecimiento y reconocimiento a su desempeño y compromiso institucional. A Silvia, mi secretaria y a las auxiliares, especialmente a Gladys y Eva, quienes, con especial cariño estuvieron siempre dispuestas a hacer cuanto fuera necesario para cumplir sus cometidos haciendo siempre grato nuestro ambiente de trabajo.

Para nuestros alumnos, con quienes compartí sus éxitos, pero también sus angustias y tristezasmi especial reconocimiento a su esfuerzo y perseverancia, al trato deferente y respetuoso que siempre me brindaron y mi invitación a ser parte de una generación de profesionales que sabrá tender la mano a quienes más lo necesitan…que harán de sus profesiones un apostolado, y que con generosidad y desprendimiento dibujarán en nuestro paisaje humano, un país, una Latinoamérica y un mundo donde no habrá espacio para el desprecio a la dignidad humana, el color de la piel o la clase social la que se pertenece.

Como puedes ver José Luis, el trabajo está asegurado, pero las compensaciones merecen la pena. Dispones de los mejores profesionales para enfrentarte a los nuevos retos que se avecinan. Tienes cualidades y competencias más que sobradas que te llevarán con toda seguridad al éxito en el cargo que ahora asumes.

Animo y suerte, porque el trabajo es apasionante.

Por último, alguien deberá estar pensando “qué hace que una persona que se desempeña en una Institución que le respalda y reconoce, tome la decisión de abandonarla para buscar un nuevo derrotero”.

Ese es el punto… además de todo lo dicho… quiero representar en mi decisión de buscar nuevos caminos la impronta más significativa de nuestra Universidad: el emprendimiento.

Quiero emprender una nueva tarea: mi decisión de reinsertarme en el complejo mundo de la política no tiene que ver sólo con el ejercicio de una determinada función en el aparato del Estado. Por el contrario, esa es tal vez la menos significativa de las razones.

Mi decisión tiene que ver con el sueño de ser parte en la construcción de un modelo de sociedad que reconozca el valor de la persona humana mas allá de sus opciones políticas, religiosas o filosóficas, y dé cuenta de una diversidad cultural que nos permita saber que, en nuestras diferencias está, precisamente, la riqueza con que podemos construir el futuro.

La política es una actividad insustituible en democracia…cuando ella fracasa…comienza la guerra.

Es por ello que es, en el actual estado de desacreditación de la política y los políticos, donde debemos asumir mayores responsabilidades. Tenemos experiencia reciente de los efectos del fracaso de la política en Chile: quiero tener la tranquilidad de haber entregado a mis hijos y nietos, un país mejor que el que recibí de mis padres y abuelos.

Posiblemente al escuchar esto, más de alguien fruncirá el seño y pronunciará una palabra que con frecuencia forma parte de nuestro vocabulario, lamentablemente sólo para ser desacreditada en un mundo de exacerbado pragmatismo: UTOPIA.

Para aquellos, quiero concluir con un pequeño cuento:

Es la historia de un anciano en una pequeña aldea china, cubierta permanentemente por la sombra de una gran montaña, sombra que no permitía que los niños crecieran sanos y robustos. El anciano, tomó una cuchara de cerámica, emprendió viaje hacia la montaña y cuando los demás miembros de la aldea le preguntaron qué hacía con la cuchara en la mano les respondió: voy a mover esa montaña. Al unísono todos rieron y dijeron al anciano “NO PODRAS”, a lo que él contestó “ES VERDAD NO PODRE…PERO ALGUIEN TIENE QUE COMENZAR”.

Muchas Gracias.